martes, 21 de octubre de 2008
CARIDAD
Es un amor adulto a los demás.
Cuando alguien este alegre, debemos alegrarnos
con el y cuando este triste debemos consolarlo.
Llegar a ese éxtasis de compartimiento de alegrías y tristezas.
La caridad no es envidiosa
Cuando nos desprendemos de algo material o espiritual para
ayudar a nuestro prójimo de una manera anónima.
Si nos desprendemos de lo que nos sobra y lo andamos
pregonando a los cuatro vientos, seremos exhibicionistas, pero no caritativos.
Cuando somos caritativos con nosotros mismos en nuestro organismo,
en nuestro espíritu, dejando de envenenar nuestra mente con la envidia, concientizando que DIOS le dio a cada quien su inteligencia y sus “armas”
para luchar en la vida y que todo lo demás es pura pereza.
Cuando abrimos nuestro corazón al amor a nuestros semejantes,
al desprendimiento sin recompensa,
al servicio que exige responsabilidad y exige sacrificar tiempo energía y recursos.
Cuando concientizamos que en esta vida estamos en transito y que dando es como recibiremos; después de todo DIOS es quien nos lo dio todo.
-SALUDOS-
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